Experiencia emocional (subjetiva) y sensorial (objetiva), generalmente desagradable, que pueden experimentar todos aquellos seres vivos que disponen de un sistema nervioso. Es una experiencia asociada a una lesión tisular o expresada como si ésta existiera.

La función fisiológica del dolor es señalar al sistema nervioso que una zona del organismo está expuesta a una situación que puede provocar una lesión. Esta señal de alarma desencadena una serie de mecanismos cuyo objetivo es evitar o limitar los daños y hacer frente al estrés.

El dolor es algo que todos hemos sentido alguna vez, pero ¿qué es realmente? El dolor es una señal que tu cuerpo envía cuando algo no está bien. Es como una alarma que nos avisa que algo necesita atención, ya sea una lesión, inflamación o incluso un problema interno que no podemos ver. 

Existen diferentes tipos de dolor. Puede ser agudo, como cuando te cortas o te golpeas, o crónico, cuando persiste por mucho tiempo, como en casos de enfermedades o lesiones prolongadas. Este tipo de dolor puede ser más difícil de manejar porque a veces persiste incluso cuando no hay una causa física evidente.

Lo importante es que cada persona experimenta el dolor de manera diferente. Lo que para una persona es solo una molestia, para otra puede ser debilitante. Por eso, mi enfoque como especialista en dolor es escucharte, entender cómo te afecta y ofrecerte un tratamiento personalizado. Mi objetivo no es solo reducir el dolor, sino también ayudarte a recuperar tu calidad de vida y bienestar.

Recuerda, el dolor es real, no importa si es visible o no. Juntos, podemos encontrar la mejor manera de enfrentarlo y mejorar tu vida día a día.